
Universidad de Granada , estudios que no existían entonces en la universidad malagueña, y tras trabajar por cuenta ajena ha creado su propia empresa: S2Arquitectos.
El jueves 24 de enero de 2013, en dos turnos, los alumnos de Informática de 2º de bachillerato (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y de 4º de ESO entrevistaron a nuestro ex alumno Clemente Soto Prados. Clemente nació el 15 de abril de 1980 en Vélez Málaga, estudió en el Colegio "Zona Norte" (José Luís Villar Palasí) y acabó bachillerato en el IES Almenara en 1998. En su tiempo libre tocaba la guitarra en un grupo y jugaba al fútbol en el instituto. Estudió Arquitectura en la <center><iframe src="http://prezi.com/embed/b53didsdwtdr/?bgcolor=ffffff&lock_to_path=1&autoplay=0&autohide_ctrls=0&features=undefined&disabled_features=undefined" width="550" height="400" frameBorder="0"></iframe></center>
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-En primer lugar, Clemente nos cuenta qué es la arquitectura:
Qué es la arquitectura es una pregunta difícil de responder. No hay una definición única. Le Corbusier, padre de la arquitectura moderna, la definió como "el juego de volúmenes bajo la luz". Hay otras definiciones mucho más largas. En cualquier caso es algo que hay que ir aprendiendo y madurando, recibiendo información de otros proyectos ya hechos, de modo que poco a poco llega un día en el que te das cuentas de que puedes ser arquitecto, que puedes hacer arquitectura. Si alguno sigue este camino, seguro que va a encontrar esa definición que más que en palabras se expresa en hechos, en dibujos, en proyectos e incluso en una actitud acerca de cómo se ve la vida, la ciudad y el entorno. Es muy agradable cuando uno se puede dedicar a esto y algo que merece la pena investigar, adentrarse y conocer.
-Jugabas al fútbol cuando estabas en el instituto. ¿Sigues haciéndolo? ¿Practicas algún otro deporte?
Jugaba al fútbol sobre todo en el colegio, en el Zona Norte. Cuando llegué al instituto también pero empecé a jugar cada vez menos, tampoco era bueno como para dedicarme a eso. Hubo una época al final del instituto y principio de la carrera que me exigía más tiempo para el estudio y fui dejando un poco el tema del deporte. Hace unos años que he vuelto a practicar deporte, padel o fútbol, pero sobre todo como escapada a los problemas diarios o los agobios del trabajo.
-Sabemos que en tu tiempo libre tocabas la guitarra en un grupo. ¿Sigues tocando la guitarra o algún otro instrumento?
Sí tocaba bastante en el instituto y cuando empecé la carrera la fui dejando. Pero puede que algún día lo retome.
-¿Tenías claro desde pequeño que harías una carrera universitaria?
Sí. No sabía cuál pero sí que estudiaría una carrera universitaria. Mis padres no estudiaron, tienen un oficio manual que yo también he aprendido, pero yo quería dar un paso más y seguir estudiando para dedicarme a otra cosa.
-¿Puedes contarnos alguna anécdota que recuerdes de tu paso por el instituto?
He estado pensando en alguna y no recuerdo una concreta. Sí es verdad que en mi grupo de amigos, en la clase... lo pasábamos bastante bien y solíamos hacer alguna trastada. Por poder resaltar algo, llegamos a sacar una especie de trono con la mesa del profesor y alguien encima.
-¿Qué es lo que más echas de menos?
Echo de menos la tortilla de Amparo, y evidentemente he vuelto ahora a probar ahora la de los sucesores de Amparo. Pero sobre todo echo de menos el ambiente del instituto, las amistades, nos conocíamos todos. Sé que ha crecido mucho desde que yo estuve porque hay nuevos módulos y aulas, pero cuando yo estaba era un centro bastante acogedor y familiar.
-¿Según tu experiencia, destacarías algo del IES Almenara?
Destacaría lo que acabo de decir. Era un centro donde no te sentías extraño o fuera de lugar sino totalmente acogido como si fuera tu segunda familia. Eso me ayudó bastante, y me consta que también a otros compañeros, a seguir adelante con los estudios.

-¿Conservas todavía alguna amistad de tu paso por el instituto?
Sí. Es verdad que vivo y trabajo fuera, que me fui en 1998 cuando terminé COU, pero estas amistades de la infancia y la adolescencia son las que te marcan, las que te quedan. Aunque no haya tanto contacto como a uno le gustaría, mis mejores amigos siguen estando en Vélez.
-¿Cuál es la asignatura que mejor se te daba? ¿Y cuál peor?
No tenía demasiado problema en sacar adelante ninguna asignatura, ni tampoco sacaba unas notas impresionantes, pero me resultaban más fáciles las de ciencias que las de letras. Me aburría más memorizar y me resultaba más sencillo aprenderme una fórmula y aplicarla, pues llevaba una lógica que era más asumible para mi cabeza seguramente. Por tanto se me daba mejor matemáticas, física o dibujo técnico.
-¿Te costó mucho elegir la carrera universitaria? ¿Qué te inclinó a querer ser arquitecto?
Costarme no sería la palabra, pero yo nunca tuve claro qué quería hacer. Cuando llegó el momento una de las opciones era arquitectura, luego estaba arquitectura técnica o alguna ingeniería. Así que no tenía claro si hacer arquitectura superior o arquitectura técnica y decidir al terminar si hacía un curso puente para continuar con arquitectura superior. El empujón final me lo dio mi padre, que me dijo "si quieres hacer arquitectura superior cógela desde primero" y la verdad es que es uno de los mejores consejos que me ha dado en mi vida porque si llego a entrar en la otra me hubiera quedado ahí.
-Si no hubieras estudiado arquitectura, ¿qué te habría gustado hacer?
Si me lo preguntáis cuando lo decidí, en 1998, os hubiera dicho que arquitectura técnica, ingeniería de caminos o económicas que eran las opciones que manejaba. Pero, si me lo preguntáis ahora que ya soy arquitecto, os diría que alguna carrera que me permitiera tener un trabajo en la medida de lo posible creativo y en cualquier ámbito porque hay muchísimo que crear e investigar hoy día. Vosotros tenéis más opciones que nuestra generación pues no estábamos tan al tanto de estas nuevas tecnologías, de la informática, de Internet, de las redes sociales... El mundo ha dado un cambio bestial en trabajos de índole creativa en temas como la publicidad, el diseño gráfico.. que son opciones muy a tener en cuenta porque tienen abierto un campo muy interesante y a mi me hubiera gustado hacer algo de eso.
-¿Fue duro para ti el paso del instituto a la Universidad? ¿Te supuso mucho esfuerzo acabar la carrera de arquitectura?
El paso del instituto a la universidad no fue nada duro ni drástico; al contrario fue una nueva etapa que uno toma con ilusión y con muchas ganas. Sí es verdad que la carrera es dura, por lo menos a mí me lo fue. El cambio a nivel académico sí fue grande. A mí me suspendieron Historia I que es la asignatura fácil de primero de carrera, porque el nivel que te exigían era otro. Pero eso me ayudó a ponerme las pilas porque me hizo darme cuenta de que las cosas requieren un sacrificio pero que luego te dan una recompensa que supera ese sacrificio con creces.
-¿Tuviste beca? ¿Trabajaste para pagarte los estudios universitarios?
No tuve beca. Si me la hubieran dado, posiblemente sólo la hubiese tenido el primer año. Fue gracias a mis padres, que lucharon mucho para que yo siguiera estudiando, para pagarme la matrícula, la estancia... Sí empecé a trabajar al final, cuando ya estaba terminando la carrera, haciendo prácticas en una empresa de arquitectura pero más que por el dinero fue por la formación.
-¿Qué materias o asignaturas eran más importantes para estudiar arquitectura?
Parecería obvio decir que dibujo técnico o dibujo artístico, pero luego te das cuentas que el aprendizaje de arquitectura, y yo creo que de cualquier carrera, pasa por otras cosas que está más relacionado con ser capaz de asimilar todo lo que te van a dar. En ese sentido, aunque parezca que no, que hay asignaturas que seguro que pensáis que no le vais a dar ningún uso, que no os van a servir de nada, hay asignaturas como matemáticas o física que más allá de enseñarte a hacer una integral o aplicar una fórmula, te preparan la mente para absorber un montón de conocimientos que pueden estar relacionados con cualquier otro tema. Así que si tengo que elegir alguna asignatura de secundaria que sirva para arquitectura, serían ese tipo de asignaturas.
-¿Cómo influyó la informática tanto en tu carrera como ahora en tu actividad profesional? ¿Qué programas utilizas en tu trabajo?
La informática influye de una manera primordial. Hoy en día si no fuera por la informática ni en arquitectura ni en ninguna otra cosa, se podría seguir el nivel que te exige el trabajo y la actividad diaria. También os digo que cuando yo estudiaba no era tan común que hubiera un ordenador en casa. En mi caso no lo había y tuve que comprarme uno en tercero de carrera. Hoy por hoy es fundamental tener esos conocimientos.
En la actividad laboral es imprescindible tener esa herramienta para poder llevar el ritmo que te exige el trabajo, para poder hacer los proyectos y cumplir los plazos. Si no fuera por la informática, sería imposible.
Algunos de los programas que yo uso para arquitectura os sonarán más como puede ser PhotoShop o CorelDRAW para diseño y retoque de imágenes para planos; 3D Studio Max para hacer montajes; AutoCAD para elaborar los planos y luego otros programas específicos para arquitectura para cálculo de estructuras, de presupuestos...
-¿Cómo fue tu primer año de trabajo? ¿Te costó adaptarte?
No me costó porque tuve suerte cuando terminé a y a poco más de un mes de terminar la carrera me llamó una empresa de Zaragoza que tenía trabajo en proyectos para la Expo que se iba a celebrar en 2008. Además tuve suerte de que mi primer trabajo, en esta empresa, fue hacer proyectos para concursos como el pabellón de iniciativa ciudadana y otros más que hicimos. Por tanto yo terminé de hacer proyectos en la carrera y empecé a hacer proyectos para la vida profesional, así que aquí el cambio fue muy natural.
-Has trabajado empleado para otras empresas y actualmente eres arquitecto autónomo y tienes tu propia empresa, S2Arquitectos. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene trabajar por tu cuenta, crear tu propia empresa?
Ser autónomo creo que es una vocación. Yo me crié en una familia en la que mi padre tenía una empresa particular, por lo tanto es autónomo, y yo de alguna manera había mamado eso, había visto la libertad que tienes si puedes dedicarte a lo que quieres sin que nadie te tenga que decir cómo hacerlo. Evidentemente trabajar para otra empresa también tiene muchas ventajas: menos responsabilidad, menos preocupaciones de que tengas suficiente trabajo a final de mes para poder pagar las facturas, tienes tu sueldo a final de mes y tu mes de vacaciones, tu paga extra.
-Además de llevar a cabo proyectos, realizas peritaciones para compañías de seguros. ¿Puedes hablarnos más sobre acerca de en qué consiste tu trabajo actual?
Los proyectos se hacen los que se pueden, los que entra. Ojalá todo fuera hacer proyectos pero no es así. Uno también hace peritaciones para compañías de seguros o particulares, inspecciones de edificios, informes técnicos... cualquier cosa que mi titulación me permita y para lo que estoy capacitado. El grueso de mi actividad son las peritaciones para compañías de seguros. Si vuestros padres tienen una póliza de hogar, de comercio, o de comunidad y se rompe un cristal, hay una fuga de agua o aparece humedad entonces llama al seguro. El seguro manda a un perito, que en este caso soy yo, y se hace un informe de lo que ha pasado para que la compañía le pague o no, según el caso.
-¿Cómo es un día normal de trabajo para ti?
Mi horario fijo de trabajo es algo así como de 9h a 14h y de 16h a 20h, eso son nueve horas. Lo que ocurre es que yo me levanto a las 8, me pongo un café y enciendo el ordenador, porque trabajo desde casa. Mientras la madre prepara a los niños, yo le hecho una mano, pero ya estoy leyendo el correo y haciendo cosas, aunque por ejemplo si hace falta puedo escaparme a llevar a los niños. Estoy hasta las dos, hago un descanso a medio día y luego hasta las ocho, pero con la libertad de que la niña puede estar por ahí correteando, ayudándome o haciendo sus dibujitos. Así que trabajo todas las horas que puedo porque se las tienes que dedicar pero tengo la libertad de poder compaginar la vida profesional con la familiar.
-Aparte del español, ¿utilizas algún otro idioma en tu trabajo?
No, no tengo la suerte de hablar otro idioma. Creo que a otros alumnos entrevistados les habéis preguntado en inglés, menos mal que a mi no porque hubiera respondido en español. De todas maneras en vuestra generación os aconsejo aprender un idioma mínimo, fundamentalmente inglés, porque eso puede abriros muchos canales.
-Hasta la fecha, ¿de qué te sientes más orgulloso?
Más que de mis logros personales, me siento orgullos de la gente que me ha ayudado toda mi vida para que yo esté aquí. Diría que me siento orgulloso de mis dos familias, la que tengo ahora con mis niños y mi mujer porque me hagan tan feliz, pero sobre todo de mi familia que me ha empujado siempre, mis padres y hermanos, que han trabajando tan duro para que yo pudiera terminar mi carrera y estar hoy aquí.
-¿Qué proyectos tienes para el futuro?
Si hablamos de arquitectura, mañana voy a Riogordo y a lo mejor si tenemos suerte hacemos un hotel. Si hablamos más en general, mi proyecto es seguir trabajando en la medida de lo posible en actividades relacionadas con la arquitectura, pero no necesariamente. Es decir, tener algo a lo que dedicarme, poder levantarme por la mañana y ponerme a trabajar para poder seguir disfrutando de una vida plena con mi familia.
-La formación posterior que has realizado (cursos, seminarios...), ¿te han servido realmente?
Todo, absolutamente todo lo que hagáis, sirve. En la página web de S2Arquitectos hay un montón de cursos, otros que no están puestos como asistencias a charlas o congresos. Unos son más interesantes, otros menos, pero de todo se saca alguna enseñanza. Cualquier curso que podáis hacer hay que aprovecharlo.
-Nos has comentado que gracias al apoyo y al trabajo duro de tu familia, has conseguido ser arquitecto. ¿Qué consejo darías a los alumnos acerca de sus estudios y de su futuro?
Independientemente de que consideréis que hay gente que se está sacrificando para que vosotros estéis aquí, pensad en vuestro futuro porque como os decía, todo el sacrificio que uno hace durante su vida de estudiante, al final siempre se ve recompensado con creces cuando se consigue terminar los estudios. Alguno de vosotros tendréis en mente hacer una carrera universitaria al acabar el instituto, otros dedicaros a lo que sea. Mi consejo sería que aprovechéis esta etapa de la enseñanza obligatoria, porque os va a servir para cualquier cosa, da igual si sois camionero. Y cuando terminéis la formación, a partir de ahí que os dediquéis a lo que realmente os guste, en la medida de lo posible. No todo el mundo tiene que estudiar una carrera. Si a vosotros os gusta la profesión que sea, prepararos para ella, porque será mucho más fácil conseguirlo. Esa preparación empieza aquí en el instituto, por eso tenéis que aprovecharla.
